Historia de las Ocho Ciudades: Mareilah

Pues bien, ha comenzado el nuevo año y como proposito (entre otros muchos que son ya un poco recurrentes) me he propuesto darle fuerte el Sandbox. De hecho hasta tengo medio planeado comenzar con otro grupo en el mismo mundo pero por foro/mail... ya os iré contando más sobre esto.

Bien, pues a lo que vamos. Ya ando bastante avanzado en la región inicial que me propuse como punto de inicio del Sandbox. Para ir descubriendo un poco el pastel, os dejo por aquí la historia de Mareilah y sus alrededores.

Por supuesto esto es SPOILER, chicos, así que dejad de leer si sois de mis jugadores. Estad tranquilos que espero escribir algunos posts más sobre la región que si que podréis leer. ;)

Durante el Imperio de Bronce la ciudad de Mareilah era la puerta de entrada del comercio proveniente de oriente. Las caravanas cruzaban el desierto, haciendo uso de rutas ampliamente conocidas y traían a la cuna del Imperio multitud de especias, sedas y gemas escasas en la región.

Muchas de estas mercancías eran distribuidas por todo el Imperio una vez las caravanas las descargaban en los almacenes de Mareilah, pero otras muchas eran primero procesadas en la ciudad antes de continuar su viaje.

Los orfebres y talladores de gemas Marelienses eran conocidos en todo el Imperio y los excelentes trabajos de seda de los elfos de Danel’ Alham eran codiciados en la corte de Zhadic.

El clima suave, las noches despejadas y la proximidad con Nah Granah hicieron que multitud de sabios interesados en la astrología y astronomía hicieran de la ciudad su laboratorio de observación, dando pie a la multitud de torres y minaretes tan característicos de la ciudad. Ésta dedicación a la observación de los astros sigue llevándose a cabo aún hoy en día.

La caída del Imperio golpeó con fuerza a Mareilah. La lejanía a la que se encontraba del corazón del imperio la dejó vulnerable a los peligros del desierto y a las invasiones de humanoides provenientes de la Gran Barrera. Los primeros gobiernos que se formaron consiguieron a duras penas rechazar las invasiones. Cuando la poderosa dragona azul Desatrix asaltó la ciudad no pudieron hacer nada para detenerla.

Desatrix saqueó la mayor parte de las riquezas de la ciudad, llevándosela a su guarida en la Gran Barrera, y terminó con las ya debilitadas defensas de Mareilah que poco después cayó en manos de un caudillo hobgoblin que tomó la ciudad y esclavizó a sus habitantes durante dos décadas.

No fue hasta la llegada de San Fanstus que la ciudad volvió a manos humanas. San Fanstus un paladín del Sol, reunió un ejército de entre los pueblos aún libres y combatió en guerra de guerrillas a los opresores goblinoides hasta que finalmente, en un brutal asalto a Mareilah, consiguieron liberarla.

San Fanstus murió en el ataque pero su papel en la salvación de la ciudad no cayó en el olvido y el gobierno que se instauró fue una teocracia donde el Sumo Sacerdote y Califa de Sol gobernó el destino de la ciudad.

Con la teocracia se formaron los Hijos de Fanstus, un selecto grupo de paladines encargados de proteger Mareilah y a la Iglesia del Sol. También se formó la Orden de los Caballeros del Sol Radiente, a la que se le encomendó la protección de los caminos y las poblaciones bajó el manto de Mareilah.

Tras unos cuantos siglos de restauración, el esplendor de Mareilah comienza a resurgir. Las primeras caravanas han comenzado a cruzar el desierto, y pese a que las rutas son mucho mas peligrosas que antaño, algunas de estas caravanas consiguen su objetivo.

Las poblaciones mas cercanas a Mareilah son relativamente seguras, al igual que el transito por los caminos. Pero estos últimos años de tranquilidad están llegando a su fin. En las fronteras de la civilización se encuentran peligros para los que los Caballeros del Sol Radiante no están preparados. Su reducido número tan solo permite mantener seguros los caminos y las poblaciones más cercanas. Para convertir Mareilah en el lugar seguro y cuna de artesanos que antes fue hacen falta verdaderos Héroes.