El aguerrido empleado de Correos sorteó con destreza las hordas de zombies alcoholizados que llenaban los callejones del centro de Málaga durante sus fiestas. Poco a poco fue adentrándose en el barrio cercano al puerto, donde la infección no parecía haberse extendido tanto. Tras equivocarse y tratar de entrar en un par de mancebías consiguió dar con su destino. Unos minutos después el ascensor le dejaba en una sala de gélido clima, donde varios picacódigos trabajaban ajenos a los zombies del exterior. Alzó su pesado paquete y uno de los hombres de la sala sonrió de oreja a oreja.
Pues eso, que hoy me ha llegado la esperada Hacklopedia de Bestias. Es toda una pasada, dos kilos de monstruos, con tapa dura imitando la piel de un Dragón en cuero artificial. No puedo esperar para leerla, eso sí, se hace un poco incomoda por lo que pesa.
Madre de Dios. Necesitas un atril para eso.
ResponderEliminarO una jaula, que no se puede dormir tranquilo con semejante libro mirándote con su único ojo desde la mesilla de noche...
ResponderEliminarAgh, <>...
ResponderEliminarAl final voy a ser el último que la reciba, ya llevo dos personas que me han dicho que la tienen y yo aquí sin mi mascota ;P
¡Ya me contarás!
Pd.: Tenemos que hablar de negocios... ya te diré...
@Maestro: ya te ha llegado, no? :D
ResponderEliminarNegocios? Cuenta, cuenta... ;)