sábado, 27 de octubre de 2012

Diario de Carga I

Los nuevos amos eran bastante raros.

Otros amos nunca cargaban con nada. Estos, aunque le hacían llevar kilos y kilos de comida (que no le dejaban probar), también iban cargados. Incluso el enclenque de orejas puntiagudas.

No le extrañaba que tuvieran que llevar tanta comida, el otro orejas puntiagudas (el gordito) comía por dos de ellos, lo cual parecía darle una fuerza atroz, ya que cada vez que tiraba de la cuerda estaba a punto de arrancarle la mandíbula.

La hembra que iba en cabeza era la mas atractiva, una mestiza como ella, si no fuera también hembra no le importaría montarla.

En cambio el amo enjuto de mirada sombría no le daba buena espina. Ese era uno de los dos no mestizos.

El último de los amos (aunque más adelante habría mas) era el otro no mestizo. Un tipo raro, llevaba una extraña piel dura y fria encima de la suya, y siempre que paraban a descansar trataba de montarla, pero en lugar de buscar su interior se ponía sobre ella, como si fuera otro saco mas y la movía de un sitio a otro, auque ella no siempre obedecía. En mi camino mando yo.

Los amos la habían sacado de la ciudad, y la habían llevado a las praderas, donde la hierba abundaba  al igual que los depredadores.

Ni se imaginaba la de historias que iba a tener para contar en unos meses...

3 comentarios:

  1. Creo que no es necesario decir que es original. ¡Muy bueno!

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  2. Me alegro que te haya gustado :)

    Despues de que la mula estuviera a punto de ser MVP en la anterior sesión he pensado que sería bonito escribir desde su punto de vista. :D

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  3. Que grande, MVP la mula, si al final son los pnjs incomprendidos.

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